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Con el fin de acentuar la importancia de la energÃa nuclear, su industria hace hincapié continuamente en la gran proporción de energÃa eléctrica obtenida gracias a ella. Sin embargo, si observamos la cantidad de energÃa de origen nuclear en todo el mundo, queda demostrado, que la aportación de la energÃa nuclear es prácticamente insignificante a la hora de cubrir las necesidades energéticas de la humanidad. La electricidad de origen nuclear sólo cubrió en el año 2001 un 2,3 por ciento del consumo energético a nivel mundial. Hoy en dÃa, la aportación de las energÃas renovables al suministro energético mundial se encuentra claramente por encima. La humanidad puede prescindir completamente de la escasa aportación de la energÃa nuclear. El riesgo de que se produzcan accidentes nucleares, la producción de residuos nucleares altamente radioactivos y los costes destinados a su eliminación no mantienen un equilibrio razonable con las ganancias limitadas de energÃa durante un corto periodo de tiempo. La energÃa atómica es peligrosa y, además, sobra.